El olfato es uno de los sentidos más utilizado en las relaciones. Una tarjeta de visita que nos invita a acercarnos o a huir. La industria de la perfumería y la cosmética lo conocen muy bien, al igual que los expertos en marketing, utilizando fragancias exclusivas para establecimientos concretos o despertar el deseo sobre determinados productos.
¿A quién no le apetece pan cuando percibe su aroma? De manera inconsciente, asociamos aromas a personas, situaciones y alimentos. Es su poder de evocación lo que hace a este sentido tan especial ya que, cuando reconocemos un aroma, despertamos recuerdos guardados en nuestra memoria. Si nos desagrada, por el contrario, no despertará nuestro deseo, siendo un reflejo de supervivencia.
En el ámbito erótico ocurre algo similar. El aroma de la piel y el sabor de los besos cumplen una función básica para activar el deseo. Por supuesto, no es irrefrenable. Sin duda, podemos reprimir nuestro deseo de hincar el diente a ese cuello, cuyo aroma nos atrae profundamente o de sumergir nuestra nariz en sus cabellos. Cuestión que los animales irracionales ni se plantean, pues las feromonas mandan en ese caso.
Efectivamente, somos los humanos los que utilizamos perfumes artificiales, no únicamente por ocultar nuestros aromas naturales, cuestión a plantearse, si así lo hacemos, si no por potenciar y disfrutar más aún los sentidos e incluir nuevas notas a nuestras relaciones y escapar de la monotonía.
Está más que estudiada para despertar la pasión y el deseo en el consumidor. Y no se realiza al azar. Desarrollar un perfume es un proceso mimado y cuidado, según afirma Bijoux Indiscrets, y, en su caso, de respeto absoluto por el medio ambiente y el mundo animal.
La elección de un perfume al desarrollar una colección de cosmética erótica es un proceso complejo, sobre todo porque el olfato es unos de los sentidos más importantes en lo que respecta a la sexualidad y a la atracción.
Varios son los factores que determinan la elección de un aroma sobre otro, afirma esta marca dedicada al erotismo y la sensualidad.
El uso de aromas de grado alimentario, en la gama besable, es indispensable para que realmente sean deliciosos. Tengamos en cuenta que olor y sabor van de la mano. ”Contamos con una empresa experta en desarrollo de perfumes para que nos ayude y asesore a nivel de formulación. Es también importante destacar que investigamos también las últimas tendencias a nivel de sabores y perfumes para usar esa información como punto de partida e inspiración”, explica Elsa Viegas, fundadora de Bijoux Indiscrets. La fórmula de cada uno de ellos es exclusiva y el cuidado debe ser máximo.
Por este motivo, encontraron el secreto para conseguir un aroma que lleva funcionando 12 años: Aphrodisia. Es una antigua receta hipnotizante afrodisíaca del Kamasutra donde potentes notas como la rosa, el ylang ylang y el jazmín se combinan con especias y maderas exóticas para un perfume único, irresistible y muy sexy.
Es esta dedicación e investigación la que hace de cada uno de los cosméticos transforme cada masaje, cada beso, cada momento de intimidad en una experiencia única, afirman.
En la tienda erótica Los Secretos de Mar conocen muy bien qué es lo que más se solicita y desean sus clientes. En cuanto a olores o sabores, frutas y dulces, como los clásicos de fresa, chocolate, vainilla o canela, son referencia y se mantienen entre los más vendidos por su supuesta asociación afrodisiaca.
Aunque el mayor afrodisiaco sea el cerebro, es cierto que se han mostrado a lo largo de la historia diferentes modelos de erotismo relacionados. ¿Quién no recuerda la mítica escena de la película “Nueve semanas y media” junto al frigorífico? Los más jóvenes quizá ni la vieron, pero estas asociaciones sensuales y creencias popular sobre el poder de determinados alimentos, se han mantenido hasta nuestros días y funcionan para activar nuestro deseo por su poder evocador y efecto placebo.
“Los que imitan bebidas alcohólicas, como el mojito o el daiquiri, cada vez cobran más protagonismo. Sobre todo las fresas con champán, asociado indiscutiblemente a momentos eróticos, posicionándose como el aroma más vendido”, afirma la experta.
Entre las pinturas corporales comestibles, destaca la de chocolate negro y entre los inciensos y velas de masaje, fundamentales para crear ambientes, el de fruta de la pasión o frutos rojos.
En cuanto a lubricantes, por ejemplo, existe una gran variedad, y la innovación en este campo es un reclamo estupendo a la hora de seducir. Plátano, cereza, melón y mango, delicia de arce, nube o Marshmallow, sorprenden y son muy consumidos, sin embargo, Marta Corrales, cofundadora de Los Secretos de Mar y educadora sexual, echa en falta sabores salados. ¿Qué tal funcionaría el sabor a chorizo o aceitunas?
Este aspecto lo tuvo muy en cuenta la marca española Bijoux Indiscrets, cuando lanzó su aceite de masaje besable de efecto calor “LIGHT MY FIRE” de caramelo salado, un sabor clásico pero sorprendente. Alejándose un poco de lo dulce, sin perder la sensualidad.
Sin duda, no todas las personas somos de dulce y la investigación en este sentido será siempre bienvenida.
Parece que el dulce es el rey de la cosmética erótica y en nuestra sociedad está bastante asociado a las mujeres, por nuestras colonias, por ejemplo. Pero, ¿Lo consumen más ellas que ellos? Sorprendentemente, ellas prefieren lo más natural posible para utilizar en su cuerpo y genitales, buscando más el cuidado que el aroma o sabor erótico.
Son, precisamente ellos, lo que más solicitan el “3 en 1”, “Masaje, lubricante y aroma, y si tiene además algún efecto será bien venido, en el caso de ellos”, según Los Secretos de Mar.
Actualmente, las fusiones más exóticas triunfan. A nuestro alcance están “los brillos de labios para dar besos vibrantes, con sabores tan originales como el de rosquilla o Doughnut y vibradores íntimos efecto calor, como el de fresas con nata de Secretplay. Las cremas estimuladoras también son tendencia, como la Dragón de Shunga, con aroma a fresa mentolada”, apunta la educadora.
Pero, sin duda, vuelven los aromas de los años 20, con un olor que nos transporta a 1928, año en el que Walter Diemar creó, de forma accidental, la receta de la eterna diversión, el chicle. Y es ahora, en 2019 cuando Bijoux Indiscrets rescata ese aroma original de ‘bubblegum’; frescura, intensidad y diversión. “Ese sabor tan universal y con un punto gamberro. Creemos que en la intimidad debe de haber espacio para el juego, para divertirse y este aroma lo plasma a la perfección”, añade Elsa Viegas.
Fuente: Elmundo.es